PORCO ROSSO
Europa, periodo de entreguerras a principios
de siglo. Es la llamada "Belle Epoque". Los cambios
políticos y el Glamour están a la orden del día y los
adelantos técnicos se suceden en el campo de la aviación. Entre
todos los aparatos destacan los hidroaviones, máquinas que
están pulverizando día a día los records de velocidad. Sobre
las aguas del Mar Adriático estos mismos aviones se utilizan
para otros fines: la piratería. Entre todos los pilotos hay uno
especialmente dotado para su trabajo, un tal Marco Pagotto
también llamado Porco Rosso. Rosso por el color de su aeroplano
y porco porque por casualidades de la vida no es un humano sino
¡¡¡un cerdo!!!. Su trabajo como cazarrecompensas le ha valido
el odio de los piratas pero tambien el amor de las mujeres ante
sus audaces aventuras. Entre ellas se encuentra Gina dueña de un
hotel enclavado en una islita del adriático.
Porco Rosso es la película que siempre había
querido rodar Miyasaki . Su pasión por la aviación
se hace notar por fin en una película que, historia de amor y
aventuras aparte, esta hecha para el lucimiento de los
hidroaviones en vuelo. Y los encontramos de todos los tipos,
desde cazas, hasta fortalezas volantes, pasando por aviones de
línea. La idea del cerdo volador viene del propio Miyasaki.
Ya había dibujado para una conocida revista de modelismo gran
cantidad de historias cuyos protagonistas eran siempre cerdos y
una de ellas es en la que se basa esta película.
Pero también hay una bella y sentimental
historia de por medio. Por un lado tenemos a una Gina que ha
perdido ya a tres maridos y que, ya desde pequeña está
enamorada de Porco y a un Porco obstinado y tímido que, aun
conociendo los sentimientos de Gina hacia él que, se fuerza a
apartarla de su corazón para no dañarla tanto por su
desafortunado aspecto como por su arriesgado trabajo que puede
acabar con su vida en cualquier momento.
La ambientación está, como siempre, muy
cuidada. el propio Hayao pasó una temporada en Europa recogiendo
información y tomando fotografías de las islas adriáticas. La
música es una mezcla de ritmos populares griegos e italianos que
te transportan automáticamente al lugar. Para los diseños de
los hidroaviones el equipo de animadores recorrió los mejores
museos de Aeronáutica del mundo recopilando información y todos
y cada uno de los aviones del film, por raros que parezcan,
podrían volar si existieran realmente.
En definitiva, una película de héroes y
villanos, de amores imposibles y de aventuras llena de
romanticismo por los cuatro costados. Una de esas películas que
se hacían en blanco y negro a mediados de siglo pero adaptada a
los tiempos que corren.
VOLVER
A ANÍMES